Esta jornada ha habido partidos de todos los colores, pero si tuviésemos que quedarnos con uno solo, sería Zambia contra Países Bajos. Una disputa con patadas, pases kilométricos, regates y sobre todo, goles. Muchísimos goles.
Las chicas de naranja demostraron una vez más su calidad en el juego, dominando en el medio campo del rival a través de pases al aire, de esquina y tiros desde fuera del área.
Miedema Vivianne dominó el partido desde los primeros compases del encuentro, marcando desde el minuto 9, 15 y 29, cerrando su estadísticas con un cuarto en el 59. Estaba en todos lados, creando espacio a sus compañeras y a su vez, buscando hueco para centrar su tiro asesino a pesar de tener a tres o cuatro rivales a su alrededor.
La número uno del mundo en 2017, Lieken Martens acompañó con entusiasmo a Miedema, marcando un balón parado en el minuto 14 y sentenciando la primera mitad con otro en el minuto 44.
Les siguen con gran apoyo la defensa de Roord, la cual pudo apuntarse un tanto en el 66, o Victoria Pelova que convirtió el tanto número 10. Desde las gradas se podía divisar los aplausos de las compañeras suplentes, vitoreando al mismo tiempo que su seleccionadora, Sarina Wiegman, apostando siempre por una buena ofensiva.
Por parte de Zambia, dejaron muchos espacios, errores que a la larga aprovecharían las europeas. Bruce Mwape, seleccionador del conjunto africano, miraba estupefacto como apuntaban un tanto tras otro a sus guerreras. Porque sin quitarles mérito, entraron en el juego físico, con entradas bruscas, pases desesperados aunque con intención de alcanzar la meta.
En las estadísticas se puede ver como en todo el encuentro, solo obtuvieron el 33% de la posesión, con escasos remates, ausencia casi total de los saques de esquina y de, obviamente, los goles.
Un hacktrick de la vergüenza protagonizado por Banda Batra, luchadora hasta el final, consiguió marcar dos tantos en la segunda parte en un margen de un minuto. Zambia asestó 9 faltas agresivas para no hacerles fácil la travesía a las de Wiegman, pero no fue suficiente.
El encuentro fue arbitrado por la argentina, Laura Fortunato, su paisana Mariana Almeida. Seguido por Mary Blanco y Esther Staubli.
En resumen, si quieres ver que es un partido de fútbol femenino, este es un match imprescindible capaz de sacar las mejores virtudes de este deporte, por lo menos del lado de los orange.
