Tenemos que hablar sobre Alex Morgan. En la temporada anterior se hizo eco su salida en el Tottenham Hotspur para regresar como hija prodiga al Orlando Pride. Dejando atrás el club con el que pudo restablecer su rendimiento físico después de haber dado a luz a la pequeña Charlie en un año tan caótico como fue el 2020.
Este mismo año reveló en su momento que ella y su familia dieron positivo por COVID-19 durante sus vacaciones de Navidad.
Recordemos que antes de desembarcar en tierras británicas, estuvo ni más ni menos que 444 días inactiva. En las redes sociales explicaba cómo se estaba preparando de forma estricta para su vuelta. Con una respuesta del todo positiva por parte de sus seguidores, demostrando y desmintiendo los prejuicios que se les puede dar a las deportistas de alto rendimiento tras ser madre.
Es innegable su escasa participación (solo disputó 5 encuentros) en los campos ingleses, pero los medios en general se deshicieron en alabanzas.
Visto y comprobado, en la jornada donde el Tottenham se enfrentó ante el Reading, de lo que menos se habló fue del empate a 1-1.
Los aficionados se maravillaban ante la presencia de su gran estrella del equipo, nuestra protagonista. En ese entonces una campeona mundial con Estados Unidos que decretó ser madre sin abandonar su carrera profesional como futbolista de elite.
Actualmente, la delantera californiana tiene 31 años y goza de un nivel físico envidiable, comparando su juego al de Valerie Gauvin o Danielle Carter entre otras.
Atrás queda sus inicios en el Western New York Flash, pasando por el club de Seattle Sounders y el Portland Thorns. La número trece cuenta con alrededor de 170 partidos internacionales con Estados Unidos, marcando un total de 107 goles. Sumándose una medalla de oro en su participación de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y finalmente, ostenta los dos Mundiales en 2015 y 2019.
No hace falta decir que se trata de unas de las futbolistas más mediática del mundo, siendo todo un referente tanto dentro como fuera del terreno de juego, cuya determinación e implicación en la lucha por la igualdad y los derechos para las mujeres en la sociedad y el deporte es simbólica.
